ANÉCDOTAS EN EL CAMPO
ACADÉMICO
La
educación es un proceso social, en el cual participan seres humanos: profesores
y estudiantes, con sus fortalezas y debilidades. Lo cual implica el desarrollo
de habilidades personales como la paciencia, el buen humor, el auto-control, la
tolerancia, y otras que hacen que nuestras relaciones interpersonales,
especialmente con el educando, sean amigables y de buen entendimiento. Nada más
triste para un docente que no gozar de la simpatía de sus estudiantes.
Con
el paso del tiempo, van quedando recuerdos, y entre estos, los invito a leer
las siguientes anécdotas:
Confusión
Al iniciarme en la docencia universitaria,
llegué a dictar mi primera clase, como es mi costumbre, antes de la hora, y al
estar el aula cerrada, esperé.
Poco después llegaron dos alumnos y
comenzaron a leer en voz alta el horario colocado en la puerta:
-
“Antropología... de tres a cinco...”
-
“Profesor J. Becerra C… ¿quién será ese c#%&#..?”
-
“Jalará o no jalará ese h##&%?” -y lisuras más-
De
pronto uno de ellos voltea y me pregunta:
-
“Flaco ¿llevas el curso?”
-
“¡No -respondí- soy el profesor!”
Los jóvenes se pusieron “rojos” de vergüenza.
Naturalmente, les llamé la atención por hablar mal de quien no conocen.
Al
finalizar la clase me esperaron para disculparse e invitarme un refresco en
señal de desagravio. Acepté.
Aclaración:
no fue en la Facultad de Ciencias Sociales.
Calaveras
Esta rutina la hago cuando estudiamos cráneos
en el curso de antropología física. De una caja voy sacándolos al tiempo que
digo en voz alta...
-
“Acá también está la calavera de mi suegra”.
De
inmediato se escuchan comentarios:
-
“Pero profesor ¿Cómo es posible que diga así de su suegra?”
-
“¡Se ve que quiere mucho a su suegra!”.
Luego
explico:
-
“No, es una calavera QUE MI SUEGRA ME HA PRESTADO... para que ustedes estudien”
-
¡Ahh..! Se escucha como una exclamación de alivio.
Anécdotas tomadas del Libro CHISTES Y OCURRENCIAS DE SALÓN |
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