23 de julio de 2017

EL LOGOTIPO DE LA ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL – UNT

Por: MILAGROS HAYDEE FERNANDEZ AZABACHE (Creadora del logotipo)

Con el deseo de que la Escuela de Trabajo Social sea reconocida por la sociedad como una de las carreras universitarias que brinda la prestigiosa Universidad Nacional de Trujillo, la I Promoción que ingresa en agosto de 1995 con un número de 60 alumnos, constituyeron su primera junta directiva, la cual organizó un concurso interno para elegir el logotipo que representaría a la Escuela, elaborando de esta manera las bases para dicho concurso con el objetivo de fomentar la participación de los alumnos de la primera promoción así mismo su identificación con la profesión.
El concurso se realizó en dos fechas, la primera el día 29 de agosto de 1996, recepcionando las propuestas en sobre cerrado con seudónimo según como indicaban las bases; luego el día 6 de setiembre se realizó la tan esperada elección del logotipo de nuestra Escuela.
El Jurado estuvo integrado por el profesor Víctor Grauss, representante de la Escuela Superior de Bellas Artes - Trujillo, el Magíster Fermín Cabrejos Díaz, director de la Escuela de Trabajo Social (1995 - 1998) y la Licenciada María Elena Sabana López, profesora de la Escuela de Trabajo Social.
En dicho concurso se presentaron 30 propuestas de las cuales en una primera etapa se eligieron 10 para luego de estos elegir a los tres primeros lugares quedando en primer lugar la propuesta presentada por mi persona con el seudónimo de PISCIS.

El trabajo que presenté fue de mi propia iniciativa y creatividad de la cual hoy me siento hoy muy halagada de que este aporte sea respetado, valorado y reconocido actualmente como el escudo oficial que representa a nuestra escuela, Esperando que se siga manteniendo esta identidad por las actuales y futuras generaciones.


LOGOTIPO DE LA EAP DE TRABAJO SOCIAL DE LA UNT
DESCRIPCIÓN ARTÍSTICA DEL ESCUDO
El escudo contiene en primer plano las letras centrales en color ANARANJADO con borde AZUL que destaca sobre el fondo AMARILLO CREMA.
Los colores de las letras centrales: TS se pintaron de color NARANJA para resaltar su complementación con el color AZUL de las cintas, color que a su vez caracteriza al Escudo de la Universidad.
El color AMARILLO de las letras de las cintas es para hacerlas resaltar del color AZUL.
Los destellos de color CELESTE se encuentran en perspectiva para demostrar que nuestra profesión se proyecta hacia el futuro, ubicando las letras en primer plano como idea central e iniciales del nombre de la Escuela, ésas se encuentran sobre dos escalones pintados en color OCRE CLARO con motivos regionales Pre Incas en color ROJO INDIO  por su parte frontal.
Todo el diseño se encuentra enmarcado dentro de un pergamino para darle un toque más artístico.

21 de julio de 2017

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DOCENTE

Estos principios nos van a ayudar mucho en nuestra labor docente. 

1. Respete al estudiante:
Este principio es muy importante: respete al estudiante. Trátelo con aprecio. Sea amable. Salude o responda el saludo. Pregunte por el ausente. A quien está decaído pregunte, con delicadeza, el por qué, para que pueda orientar.
Cultive formas de hacer ver que sus estudiantes le interesan. No muestre indiferencia. Converse con ellos dentro y fuera del aula. Hágales ver lo importante que son. Recuérdeles que en el aula usted su profesor, en primer lugar, y en segundo lugar, su amigo. Y que, fuera del aula, usted es su amigo y en segundo lugar, su profesor.
Por lo demás, los estudiantes constituyen la esencia del proceso, y toda nuestra labor educativa gira en torno a ellos ¿Qué haríamos los docentes si no tendríamos alumnos?

2. Hágase escuchar:
Dado que una clase es un trabajo intelectual que requiere de la atención del estudiante, este principio nos hace recordar que dicha atención no es espontánea o natural. Deduzca de su experiencia: cuando usted asiste a un seminario, curso, o taller: sus pensamientos están en otros asuntos, menos en el tema.
La atención es deliberada. Lo genera el profesor mediante la motivación; y la motivación se basa mayormente en ayudas literarias. Por tanto, un profesor debe saber: frases célebres, citas de autores famosos, textos bíblicos, ilustraciones, fábulas, anécdotas, preguntas capciosas, y otras formas que despierten el interés del estudiante por el tema.

Aplique el principio pedagógico que dice: “El que atiende, entiende y aprende”.

El profesor Miguel Angel Meza Bocangra en el Diplomado Docencia Superior
3. Hágalos participar:
Este es el mejor recurso estratégico del docente. Si el estudiante no participa se va a aburrir. Es como ir a una fiesta y solamente mirar. Infórmeles que la finalidad de la clase es que internalicen los conocimientos. Si lo internalizan, lo externalizan. Si lo aprenden, lo practican.
En este sentido contribuyen las recomendaciones siguientes:
a) Que se esfuercen por escuchar la clase y por participar.
b) Que lo hagan con alegría; por el placer del conocimiento, sabiendo que no solamente aprenden para ellos, sino, como dijera Benjamín Franklin, para varias generaciones. Recuérdeles otro principio pedagógico; “Se aprende mejor lo que se aprende con alegría”.
c) Que registren las mejores ideas. Esto es muy importante dado que si no registran los conocimientos en sus cuadernos, al poco tiempo se van a olvidar. Pero al mismo tiempo es lo más complicado, dada la poca costumbre de escribir y por el esfuerzo que esto significa. Hay que tener paciencia.
En este sentido ayuda mucho operativizar la teoría. Es decir, el docente debe explicar la teoría mediante gráficos, esquemas, mapas conceptuales y otras, para que el estudiante pueda tomar sus apuntes, y contar así con su propio material de estudio.
Considere estos principios para una buena estrategia didáctica.

15 de julio de 2017

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA DIDÁCTICA?

El reclamo frecuente del estudiante universitario, y de cualquier grado o nivel, no es sobre el conocimiento. Hoy contamos con docentes con maestrías y doctorados, lo cual está muy bien. Sin embargo, el reclamo sigue siendo el mismo: los profesores “no nos dejamos entender”, “no tenemos método”, o “somos aburridos...” Dicho en otras palabras, la queja no es sobre el conocimiento sino sobre la administración del conocimiento; es decir, que no manejamos la didáctica.
La palabra didáctica proviene del griego didásko que significa enseñar. En su sentido literal, la didáctica viene a ser la habilidad o el arte de enseñar.
En la educación institucionalizada, la enseñanza la asume el pedagogo, que es el profesional calificado para la enseñanza. Pero en la docencia superior la enseñanza no la asumen docentes de carrera, sino profesionales liberales como abogados, economistas, biólogos, antropólogos, médicos y otros que son seleccionados como profesores.
Pero, si consideramos que enseñar implica saber enseñar, se entiende la necesidad de una preparación adecuada para desarrollar una clase productiva.

En el gráfico podemos ver que, por ejemplo, si buscamos los servicios de un profesional, necesitamos plenamente de sus conocimientos, y si a éstos sumamos su amabilidad, puntualidad, buen trato, nos damos por satisfechos. No ocurre así en la docencia. El conocimiento por sí solo no basta. Podemos ser, y somos expertos, pero si no administramos adecuadamente los conocimientos, los procedimientos, el alumno termina la clase insatisfecho; y lo que es peor: el conocimiento se pierde. 


En didáctica aprendemos técnicas para mejorar nuestros recursos funcionales como nuestra imagen personal, la voz, la respiración, los ademanes, y otros. También la aplicación de las TICs en la educación. La psicología del educando. La clase o sesión de aprendizaje en su estructura y estrategia. Evaluación de los aprendizajes, y otros temas de suma importancia para que los docentes desarrollemos clases productivas y amenas. Esta es la importancia de la didáctica.


5 de julio de 2017

PILARES BÁSICOS DE LA DOCENCIA SUPERIOR

Estos pilares son recomendables para la docencia superior. Si usted es un profesional y no aspira a ser docente, le bastará con capacitarse constantemente y hará un buen ejercicio profesional. Pero si es docente o aspira a la docencia superior, considérelos. Veamos el siguiente gráfico:

Un profesor debe ser, además: antropólogo o sociólogo, psicólogo, filósofo; y cultivar habilidades personales y sociales. Estos pilares le serán de mucha ayuda para su desempeño en el aula.
La antropología permitirá una mejor interpretación de la diversidad cultural de los estudiantes. Como diría José María Arguedas, en el aula como en el país convergen “todas las sangres”. Los alumnos proceden de ciudades urbanas o rurales de la costa, sierra o selva.
Cada región tiene patrones culturales diferentes a las otras. Y lo que es una buena costumbre en cierto lugar puede ser mala costumbre en otro. De allí la necesidad de una educación que respete la multiculturalidad.
La psicología ayudará a interpretar estados interiores que los estudiantes no lo dicen pero si lo manifiestan en informaciones no verbales como: gestos, miradas, ademanes, balbuceos; y en conductas de indiferencia, disgusto, desprecio, altanería, agresividad, rudeza.
El profesor debe estar preparado para una lectura correcta de los estados emocionales de sus alumnos para aplicar los correctivos del caso.
La filosofía, explica la diversidad de concepciones y conductas con las cuales los estudiantes, como todo ser humano y sociedad, responden a las cuatro preguntas capitales que plantea la filosofía: la naturaleza del hombre (¿materia y espíritu?), el origen del hombre (¿divino o evolutivo?), el propósito de la vida (¿para qué nacemos?), y la proyección después de la muerte (¿hay vida después de la muerte?).
En el aula hallamos estudiantes católicos, protestantes, adventistas, testigos de Jehová, israelitas, mormones, ateos, agnósticos. Cada cual actuando de acuerdo a sus principios religiosos.
Por ejemplo, hay quienes basados en sus creencias no entonan el himno nacional. Otros no consumen ciertos alimentos. O no se cortan el cabello.
Las habilidades personales y sociales
Son habilidades que mejoran la relación con nuestros estudiantes. Su práctica permite comprender mejor y canalizar sus inquietudes y anhelos.
En las habilidades personales, que hoy llaman habilidades blandas, destacan: la autoestima, la paciencia, el buen humor, el auto control, la tolerancia, la oportunidad, la creatividad. Destaca la paciencia considerando los diversos temperamentos de los estudiantes: introvertidos, extrovertidos, pícaros, todos listos a la broma, al fastidio mutuo, al sobrenombre. En las habilidades sociales son importantes la asertividad y el liderazgo. La asertividad es hacer respetar nuestros derechos respetando el derecho de los demás
No practicar dichas habilidades desmerece la labor docente. No conviene al profesor el enojo, la impaciencia o la indiferencia. Por el contrario, nuestros alumnos merecen ver docentes respetuosos, dinámicos, creativos, satisfechos, que transmitan estas habilidades personales de palabra y con su ejemplo. No debemos olvidar que los estudiantes son reflejo de los docentes, así como los hijos somos reflejo de nuestros padres.
Ciertas habilidades son difíciles de cultivar por la rutina estresante de la docencia o por diversos problemas. Sin embargo, para su beneficio el docente deberá desarrollar estas destrezas, que siendo tales, son adquiridas mediante el estudio y la práctica.