29 de junio de 2017

EL HUMOR COMO RECURSO DIDÁCTICO

El humor es un recurso significativo en el desarrollo de una clase. Una anécdota, una ilustración, una frase humorística, a modo de aire fresco, aviva el interés por la exposición. Y debe ser así por cuanto el enemigo natural de todo alumno es el aburrimiento; pero el evitarlo corresponde al profesor. Es además, es su responsabilidad saber: ilustraciones, textos bíblicos, pensamientos célebres, fábulas, preguntas capciosas y otras formas literarias para que su clase sea amena.
Un estudiante no puede permanecer concentrado durante mucho tiempo; puede estarlo en un promedio de 10 minutos, si la clase es activa. Por tanto recomendamos el manejo de intermedios o pausas en las que inserte alguna ayuda literaria con la finalidad de motivar su interés y aliviarlo de la fatiga propia del trabajo intelectual.
Para estos intermedios proponemos el uso de chistes y ocurrencias, ilustraciones, anécdotas, frases célebres, que generan un descanso sin alejarlo del tema. 
Pero  nos referimos al humor considerado blanco, no grosero ni mal intencionado. De ese humor que hace broma de las circunstancias respetando la dignidad de la persona. Este humor entretiene y puede divertirnos sanamente en el aula o en cualquier ambiente académico. Además, es un principio pedagógico: se aprende mejor, lo que se aprende con alegría.
Recuerde estimado profesor que, una clase sin sonrisas es como un jardín sin flores. Lea este chiste y sonría:
Perezoso
Un hijo dice a su padre:
- ¡Papá! hoy día no quiero ir a clases, por tres razones:
Primero, todavía tengo sueño,
Segundo, la escuela queda lejos, y
Tercero, cuando llego, mis compañeros se burlan... y tengo  vergüenza.
El padre responde:
- ¡Hijo! te voy a dar también tres razones por las cuales debes ir a clases:
Primero, son las nueve de la mañana...
Segundo, tienes cuarenta años... y
Tercero: ¡Eres el director de la escuela!


Algo de humor gráfico...

27 de junio de 2017

CONDUCTAS SILENCIOSAS AUTODISTRACTIVAS

Llamamos conductas silenciosas autodistractivas (CSA), a una diversidad de comportamientos de los estudiantes durante el desarrollo de la clase superior o universitaria. Pero se trata de comportamientos que NO denotan indisciplina, desorden, falta de respeto. Es decir, no son conductas abiertas, de molestia hacía otros compañeros, que merezcan un llamado de atención, puesto que lo hacen de manera silenciosa. De allí el nombre de la categoría.

Entre las CSA frecuentes observamos estudiantes que dibujan en sus cuadernos o en hojas aparte; hacen origami; peinan a sus compañeras, o se maquillan; hay quienes dan masajes; y están los infaltables celulares que los estudiantes leen y escriben en silencio vía whatsApp. Y éstas CSA no tuviesen mayor repercusión sino fuese por generan autodistracción en el estudiante. Y siendo la atención el principal requisito dado que el aula es un lugar de trabajo intelectual, el estudiante no logra internalizar los conocimientos. Y si los aprende no los pone en práctica. Si no atiende, no entiende, y no aprende.

Aquí algunos ejemplos gráficos de CSA.





Pregunta: ¿Cómo debemos manejar las CSA los profesores, especialmente aquellos que no somos docentes de carrera?